jueves, 9 de abril de 2009

Ivanovic, el acierto de Hiddink

Seguramente cuando la mayoría de personas vieron la alineación de Hiddink ayer no podían creer lo que había hecho el holandés: Se había cargado a Mikel, Deco, Anelka y Carvalho. Además había apostado por Branislav Ivanovic en el lateral derecho, que solo había jugado un partido en esa posición (en el Chelsea) el pasado sábado contra el Newcastle, vale que había salido bien, pero el Liverpool era arena de otro costal. Muchos habrían apostado por Belletti, que es un lateral puro, o incluso por Mancienne, que también había jugado ahí. Pero Guus apostó por Branislav.

Aquel serbio del que me había enamorado cuando jugaba en el OFK, al que vi en un derbi contra el Partizán y al que luego decidí no perder la pista. La alegría que supuso para mí ver que se marchaba al Lokomotiv, mi equipo ruso, y ver que rápidamente era titular, jugaba todos los partidos y era importante para Slavoljub Muslin. También me alegré por su fichaje por el Chelsea en un principio, pero al ver que tenía que jugar con los Reserves, me arrepentí del fichaje. Pero, al llegar Scolari, y al darle confianza poniéndolo como central, Brano ganó en moral. Tras eso, Hiddink recuperó la posición en la que Ivanovic había jugado en Rusia, el lateral derecho, debido a la baja de Bosingwa. Era la opción de Guus.

Y una opción que ayer salió de forma totalmente redonda. Sabía Hiddink que con rematadores como Ivanovic o Alex las jugadas a balón parado serían muy peligrosas, más con la defensa en zona de Benítez, que ayer demostró ser débil ante especialistas como estos. En el primer gol, Branislav se mueve de una forma excepcional, y deja atrás a Xabi Alonso y se anticipa a Skrtel en el remate, además de rematar casi sin dificultades. El segundo gol demuestra la inteligencia del serbio, se queda colocado junto a la defensa y con un remate limpio vuelve a meter la pelota en la portería. Celebración por todo lo alto, dos goles con el Chelsea (teniendo en cuenta que es un jugador de perfil defensivo), en unos cuartos de la Champions y en el templo red. ¿Qué más se puede pedir?

Pues sí hubo más, porque Ballack ayer estuvo inmenso, controlando todo el juego del Chelsea y ejerciendo del sargento que muchos equipos desearían tener. Aquí no hay ningún Podolski para toserle. Drogba manteniendo a los centrales reds siempre atentos, porque al menor descuido llegó el tercer gol. Y por supuesto, el gran vencedor del duelo de ayer, Hiddink, que demostró que su cerebro está hecho para el fútbol, que puede sacar incluso de donde no hay (claro que no es el caso del Chelsea) y que sus equipos son agradables de ver. Y que sus apuestas son de fíar. Ayer apostó por Ivanovic y acertó. El enésimo acierto de Hiddink.

miércoles, 8 de abril de 2009

La extraña noche de Tremonti

Ayer era noche de Champions. Ningún hombre que se considere aficionado al fútbol hará otra cosa que ver los partidos que hacen por la tele o ir al estadio si tiene entradas. Nadie te tendría que privar del placer de ver el Villareal-Arsenal o el Manchester United-Oporto, ni los partidos de esta noche. Pero hay cosas que sí lo pueden hacer. ¿Ejemplos? Pues el nacimiento de un hijo, que justo ese día por la noche haya un apagón en tu zona o que juegue tu equipo del alma. Porque, ¿hay partidos a la misma hora que la Champions? Pues a pesar de lo que se pueda pensar sí, los hay y además se producen sorpresas como la de ayer.

La historia es esta: Ayer mientras repasaba algunos resultados de la Champions League asiática, que seguí directamente viendo el Nagoya Grampus-Newcastle Jets, encontré en uno de los típicos recuadros de publicidad de páginas de apuestas, una apuesta que me chocó totalmente: Pandurii Targu Jiu 3.30€, Empate 3.50€, Steaua Bucarest 7.20€. Sabía de la mala posición del Steaua, pero no lo consideraba tan grave como para dar favorito a un equipo que está luchando por no descender. Así que me apunté en mi agenda mental que tenía que ver ese partido como fuera. El partido empezaba a las ocho de la tarde y por ello sabía que no podría verlo todo y que cuando acabaran la primera parte, como suponía que el Steaua ya ganaría sobrado, apagaría y me pondría atento con la Champions.

Para hacer tiempo, investigué un poco sobre la ciudad en la que se iba a jugar el partido, Targu Jiu, más que nada porque sabéis que soy un amante de la Europa profunda, y no conocía nada de esta ciudad. Se ve que Constantin Brancusi, un hombre que vivió en la ciudad desde niño, contribuyó enormemente a la conservación del patrimonio histórico y además añadió algunas de las principales atracciones turísticas actualmente como son La mesa del silencio, La puerta del beso o La columna sin fin (que aparece en el escudo de armas de la ciudad). Bueno, pues en el parque que hay justo al lado del estadio, se encuentra La mesa del silencio, así que todo queda cerca.

Antes de que empezara el partido me prometí a mí mismo que cuando el Steaua ganara ya por 0-2 apagaba la ventana del ordenador y me iba a hacer unas palomitas para ver los cuartos de Champions. Pero las palomitas tuvieron que esperar. El dominio del equipo de la capital fue aplastante, constantes centros de Semedo para Kapetanos, que ayer jugaba solo en punta, y diagonales de Nicolita hacia el centro que hacían mucho daño a la defensa local. Pero Piturca logra conducir un contrataque hasta el área rival y la deja larga para Thiago Tremonti, que, pendiente de toda la jugada, bate fácilmente a Zapata y pone el 1-0 en el marcador. Faltaban unos pocos minutos para que empezara la Champions y la tele estaba encendida, pero en ese instante no me importaba si el Arsenal salía con todo o si el Oporto era muy ofensivo, me interesaba quién era ese Tremonti que había hecho saltar de sus asientos a casi todo el estadio de Targu Jiu. Decía Blaise Pascal que "la peor enfermedad del hombre es la curiosidad inquieta de lo que no puede conocer" y tenía razón, pero yo ese dato sí lo podía conocer, solo hacía falta un click. Y con ese pequeño movimiento accedí a lo que quería saber: Thiago Tremoni jugaba en Brasil como delantero hasta hace más o menos un año cuando se convirtió en uno de los fichajes en los que más esperanzas se tenían puestos y se habló muy bien de él. Tras una lesión volvió hace poco a jugar con el equipo en una posición más retrasada, de centrocampista ofensivo, y ayer marcaba su primer gol en la liga.

Ni palomitas ni me podía centrar en la Champions (aunque eso sí, tenía dos teles encendidas con los dos partidos) pero la verdad es que ahora me estaba interesando por el partido de Rumanía. Y tras los goles de Marcos Senna en el Madrigal y de Rooney en Old Trafford, volvió a marcar Tremonti. Esta vez fue un gol de valentía y de atrevimiento que valió un 2-0, dos goles en una noche, en la que seguramente muy poca gente te estaría viendo, quizás solo las pocas personas que fueron al estadio, pero son dos goles que valen una recuperación de un jugador que ayer, me recordó porqué me gustan tanto las ligas pequeñas. Por historias como esta.

domingo, 5 de abril de 2009

El cercano héroe shakespiriano más otro candidato

Justo esta misma mañana, mientras se disputaba el GP de F1 de Malasia, y como previa a la tarde futbolística me he puesto la película Shakespeare in love (tranquilos que esto no es otra de mis múltiples divagaciones sobre cine), que narra la pérdida de inspiración por parte de un joven William (Joseph Fiennes) y el ficticio romance con una noble llamada Viola de Lesseps (Gwyneth Paltrow) de la que nace una de las obras teatrales más aclamadas de todos los tiempos, Romeo y Julieta, que decide ambientar en Verona.

La mitad de veroneses que son del Chievo están hoy de celebración. Su equipo ha plantado cara dignamente a una Juventus que empieza a despedirse del Scudetto tras el empate de hoy, con un héroe indiscutible que ha sido el objeto de todas las miradas en Italia, Sergio Pellissier. El abanderado del Chievo, de Domenico di Carlo que declaró que la permanencia pasaba por sus goles, ha trazado hoy una triplete que aleja a los veroneses de los puestos de descenso y les permite ir con más seguridad a los próximos partidos. Tres goles de auténtico killer del área, los dos primeros en los que deja por detrás a Mellberg, un central de cierto nivel, y define ante Buffon con una tremenda seguridad y el último donde aprovecha el espacio dejado por el albanés Bogdani (no lo cubriré de elogios aún estando de moda el delantero del este) y remata a puerta casi vacía para dejar la cara de Ranieri aún más de palo. Pensando están, los veroneses, en que esta vez no se hablará (por lo menos durante algunos días) de ellos tan solo en las clases de literatura mencionando a los Capuletos y los Montesco, sino que esta vez se hablará de los tres goles de Pellissier, un hombre con apellido francés como es común en Aosta sitio de su nacimiento, y que ya conocía Turín, pero al que los turineses (incluído Ranieri) no conocían en su esplendor.

Aparte de eso, hoy he "descubierto" a un jugador del que me he quedado prendado desde el primer momento en que le he visto mover el balón. Esta mañana, después de la citada película me he decidido a ver si Rakhimov conseguía sacar los tres puntos con la visita del colíder, Krylia Sovetov, al Lokomotiv Stadium. Pues es un principio he estado tentado de apagar la televisión de lo mal que jugaban todos los jugadores del Lokomotiv excepto dos, el ya habitual Bilyaletdinov y el para mí renacido Dujmovic. Este último me ha proporcionado moral para seguir viendo el partido. Bueno, esto y el constante incordio del amigo Koller en el área de Cech, ya que sigue bastante en forma el checo. Lo dicho, a Dujmovic le bastaron dos jugadas para dejar clara su calidad y el poderío físico que mostraría durante todo el partido. Se mueve, saca el balón jugado y se adelanta a las jugadas de los contrarios, en cierto modo se parece a Tymoschuk (de hecho creo que puede ser un mediocentro muy valorado cuando acabe la temporada) en el juego. Si además se le suma el gol que ha marcado hoy casi en el último minuto y que vale tres puntos te sale una tarde redonda. Y espero que el resto de la temporada le sea tan redonda al croata (al que ya incluyo como candidato a substituir a Kovac para la selección) como el partido del Wolfsburgo de ayer.