martes, 4 de agosto de 2009

El paso adelante que le falta al Niza

Lo cierto es que el Niza que volvió a la Ligue 1 después de la refundación y el paso por la divisones inferiores tenía su gracia. Los jugadores habían renunciado a la prima por subir de división, esta vez a la Ligue 1, debido a los múltiples problemas financieros. Tras ese gesto, los jugadores además de cumplir con la afición, cumplieron con el club. Tras varias jornadas cerca de los puestos europeos, terminaron en una meritoria décima plaza.

Tras esa décima plaza, llegaron varios años con diferentes resultados, unos más cercanos al descenso y otros más cercanos a puesto europeo, pero con el denominador común de que casi siempre se acaba en mitad de tabla. Luego en 2006 se llegó a la final de la Copa de la Liga (que perdió contra el Nancy) y al año siguiente salvaron la categoría en la última jornada, año en que David Bellion dejó el club sureño. Y en la temporada 2007-08 sucedió algo que alegró tremendamente al Niza, que ya venía jugando mostrando buenas maneras y con ideas claras. Explotó su crack en ciernes, por el que pagaron 7'5 millones al Juventude brasileño y en el que confiaron desde que era muy joven, Ederson.

La explosión del joven mediapunta no cogió por sorpresa a los aficionados del Niza, pero sí lo hizo con casi toda Francia. Un jugador con ese toque, esa exquisitez, esos movimientos, ese golpeo de balón y esa elegancia para todo lo que hace estaba comandando al Niza con 21 años y estaba acercándolo muchísimo a los puesto de Europa. De hecho estuvieron mucho tiempo metidos en la pomada pero al final, como suele suceder con los modestos, no llegaron a meterse dentro. El reconocimiento para el Niza llegó por su juego ofensivo, por su capacidad para utilizar la velocidad de sus jugadores y, sobretodo, por el jugador para el que está dedicado todo esté párrafo, Ederson.

Esa explosión le llevó a fichar por el Lyon. Aquí, muchos analistas (incluso yo mismo) creyeron ver el final de este Niza que tan solo estaba empezando. La temporada pasada lo hicieron aún mejor si cabe. Llegaron a ponerse en algunos momentos por encima de Marsella, incluso siguieron el potente ritmo del Lyon de principios de temporada. Y todo gracias al bloque que formó Frederic Antonietti. El entrenador francés, sabiendo que era muy difícil encontrar un sustituto a Ederson decidió cambiar el estilo de juego. No aprovecharían el talento individual de ningún jugador que pueda marcar diferencias, que lo tenían en Remy por ejemplo, sino que jugarían para el equipo, asegurando la parte defensiva y siguiendo con el intento de buen juego que habían mostrado hasta ahora. Basaron el mediocampo en la pequeña roca Faé, en el siempre cumplidor con destellos de genio Hellebuyck y en la variante Sale-Echouafni. Con esos mimbres y acierto goleador se llegó a quedarse aún más cerca de la UEFA. Tan solo queda un paso.



Y es lo que pretende el Niza. Meterse entre los afortunados que juegan las competiciones europeas. En parte por prestigio, en parte para ver si la afición reacciona ante el estímulo de una competición mayor. La única baja notable, la de Kanté, que hizo una temporada pasada muy buena, la cubrirán entre Mabiala, recién fichado, y Cid, y no habrá problemas mientras no se concrete la marcha de Apam. El resto afrontará la temporada con las fuerzas renovadas, así como las ilusiones, y un mediocampo fortísimo. La única novedad, aparte de la mencionada del puesto de central, será la importancia que le quiere dar Didier Nicolle, el nuevo entrenador, a Loïc Remy para que tenga libertad en ataque, con acompañantes que lo complementen como Bagayoko o Mouloungui, incluso Moussilou si consigue entrar en la dinámica del equipo. Porque con los mimbres montados el año pasado y con un nuevo entrenador, nombrado mejor entrenador de la Ligue 2, buscan dar el paso adelante que les falta, el paso que les meta en Europa.

lunes, 3 de agosto de 2009

Nancy y el valor de la continuidad

Cuando un jugador que se ha ganado el respeto de un afición y la confianza de la gradería en sus últimos 5 años de carrera es que tiene algo. Algo que le hace especial y que le predestina a hacer algo, que igual no es lo suficientemente reconocido, pero que a ojos ajenos es muy satisfactorio. Os hablo de lo que hizo el uruguayo Pablo Correa. El Nancy fue el equipo europeo que apostó por él y Correa decidió apostar por ellos también. Cuando acabó su carrera de jugador el Nancy pasaba por un periodo en el que era un equipo ascensor y no aguantaba dos años consecutivos en la Ligue 1, por eso, en 2002, Correa, que mantenía y mantiene una relación muy estrecha con el presidente Rousselot, accedió a ser entrenador del equipo.

A los dos años, el equipo gana la Ligue 2 y sube a primera, hasta ahí todo normal. A excepción de que Correa, que consiguió conocer al Nancy muy a fondo en el relativo poco tiempo que estuvo, llevaba mucho tiempo (desde el año siguiente) apostando por la genial cantera del Nancy. Porque, para el que no lo supiera, el Nancy tiene uno de los mejores centros de formación de toda Francia, si no el mejor. La sensación que se respira en todo el centro (que se llama Michel Platini) es de casi familia, y todos los jugadores salidos de ahí hablan maravillas del tratamiento recibido. Bueno, que me desvío, Correa siguió contando con el apoyo del aficionado y además ganó una Copa de la Liga con el equipo.

Y llegó el 2007. El 40 aniversario de la formación del club. Lejos de hacer lo que cualquier otro club haría, ilusionar a la afición con fichajes, Correa decidió mantener el bloque. Una única salida importante, Diakhaté, y el resto más o menos igual. Sin fichar. Podría parecer una locura pero ese año, el Nancy mostró su verdadero espíritu. Apostar por la cantera y mantener la continuidad. No verse demasiado afectado por resultados negativos y, con jugadores fuertes en defensa, hacerlo lo mejor posible. Lo hicieron. Llegaron a ser primeros varias jornadas, segundos otras varias, amenazando siempre el liderato del Lyon, y cuando faltaba un cuarto de liga para que acabara se desinfló. No le cayeron críticas a Correa, más bien alabanzas. Había conseguido mantener un ritmo constante durante toda la liga, mostrando buen juego y todo con hombres de la cantera. El entrenador foráneo mimetizó la raison d'être y consiguió un hito. Algo increíble. Y aunque la temporada siguiente decayeran desde el cuarto puesto al décimo quinto pasando por apuros para mantener la categoría, el Nancy es un equipo a tener en cuenta.

La continuidad de Correa es, por ahora, indudable. Tiene un proyecto y está todo planificado. Si el año pasado fue tan mal fue por falta de gol y porque se notaron demasiado las bajas de Kim y Puygrenier. Porque Hadji no logró entenderse con nadie como lo hizo con Kim. Pero se han buscado soluciones. Para reforzar bandas, que se faltaron el año pasado, ha llegado el infravalorado Marange, Lemaitre, un buen jugador, y ha vuelto Calvé, aunque aún no está decidido si será para quedarse. Para acompañar a André Luiz o Semi, que también rindió bien cuando faltó el brasileño, se ha fichado a Lotiès, que viene de segunda con el Dijon, aunque Ouaddou, y posteriormente Macaluso lo hicieron lo suficientemente bien como para tener ese puesto peleadísimo. En la portería no hay discusión posible y Bracigliano será indiscutible, mientras que en la delantera Hadji va a ser potenciado. Si Zerka recupera el olfato goleador que tuvo en hace dos años, posiblemente acompañe al delantero, si no Dia o Diabaté, cedido por el Burdeos, pueden ser gregarios bajo la batuta del marroquí.



Lo que seguramente sufrirá pocos cambios es el mediocampo. Feret, Berenger, Gavanon y Brison formaron un solidísimo mediocampo la temporada pasada, y uno de ellos es formado en el club, Brison. Es difícil que Correa cambie o toque piezas de este mediocampo, a excepción de la introducción de Alfred N'Diaye, que también jugó bien en los esquemas alternativos que probó el técnico uruguayo. Seguramente continuarán. Porque el Nancy se basa en eso, en continuar e insistir.

sábado, 1 de agosto de 2009

Todo lo que haga el Sochaux será una sorpresa

Desde luego, cuando un equipo sufre una caída de espectadores tan grande como ha sido estas últimas temporadas el caso del Sochaux es que algo va mal. Desde aquel periodo genial al que llegaron desde segunda y en el que estaban en los puestos altos de la clasificación cuando los entrenaba el gran Alain Perrin, al que este periodo le valió el salto al Lyon, han pasado ya dos años. Dos años llenos de dudas y de apuros, dos años con un empeoro considerable y que la afición no ha visto con buenos ojos.

Aquella etapa del club de los leones surtió a Francia de talento y confirmaciones: Oruma, Pagis, Ziani, Dagano, Menez, Mathieu, N'Daw, Leroy, etc. El problema es cuando se marchó Alain Perrin rumbo a Lyon, una temporada después de llegar. Esa temporada se vieron hasta tres entrenadores diferentes (llevan 6 entrenadores desde el 1999 y en esta temporada cambiaron a tres...) en los banquillos del equipo, por los apuros que sufrió. Apuros que vinieron dados por la excesiva venta y no renovación de jugadores. Ziani, Leroy, Tosic y Diawara son algunos de los nombres que se fueron por unas razones o por otras, mientras que, en la sección de llegadas, tan solo llegaron jugadores que no podían dar más de sí o que aún estaban por explotar y hacía falta demasiado futuro. La suerte que tuvo el Sochaux ese año es que explotó, y de qué manera, Mevlüt Erding.

La cuestión es que los tiempos de renovación (el presidente ha cambiado esta misma temporada por la circunstancias) no son buenos para el equipo del este de Francia. La venta de jugadores importantes sigue vigente y si la temporada pasada se fueron N'Daw, Dagano y Grax, esta temporada se han marchado el principal artífice de que el Sochaux no descendiera en estas últimas temporadas: El mencionado Mevlüt Erding. Pero no solo se ha ido él, sino también un pilar defensivo importante como es Afolaby, un jugador importante como Pitau y el principal sustituto de Sverkos cuando este está fallón, Birsa. Por eso hemos de considerar cualquier cosa que haga el Sochaux una sorpresa.



Porque no me atrevería a apostar nada, pero estoy convencido de que el equipo no mejorará. Sí, es cierto que Sverkos demostró que cuando está adaptado rinde mucho más, con un principio de temporada algo dudoso y después siendo el segundo máximo goleador, por detrás de Erding, y en algunos partidos mejorándolo. También es cierto que han fichado a Charlie Davies, un jugador que demostró en la Confederaciones que sirve para un equipo de nivel medio, que si se asocia bien con Sverkos puede hincharse a goles (en términos de un equipo pequeño). Y otra buena razón para confíar en ellos es que han fichado a gente joven muy interesante como el lateral Stevanovic, y dos proyectos de futuro como Ivan Perisic (que vuelve de una cesión) y Enza-Yamissi, que ha hecho una buena temporada en el Nîmes. Pero sigue faltando un sustituto de calidad para acompañar en el mediocampo a Carlao (suponiendo que Davies sea el de Erding, que lo dudo, y Brechet el de Afolabi, esto lo daría casi por seguro), que parece que va a ser Nogueira, quizás una de las mejores opciones junto con Tulasne.

Y como reza el título las expectativas están bajas. Hay dudas en la institución y el club vive de ser vendedor, intentando renovarse, pero sin mantener demasiado a las estrellas. Esperemos la eclosión de alguno de los jóvenes fichados con demasiada previsión, los goles de Sverkos y que Richert, uno de los mejores porteros de la Ligue 1, mantenga esa línea notable que viene teniendo últimamente. Con eso, no deberían descender, pero tampoco pasar de media tabla. Aunque todo se verá.

P.D.: Como no soy muy de hablar de jugadores que me gusten en el individual (me pongo extremadamente subjetivo), os dejo que sea el amigo Luis el que os hable de Rasmus Elm.