lunes, 1 de junio de 2009

Una historia verdadera

Sí, porque, de vez en cuando, contar algunas cosas sucedidas durante la temporada nos hacen recordar aún esos momentos. Una sombra que está siempre a nuestro lado y que se vuelve visible al mirarla. Pues esta historia no es una road movie, como la película del mismo nombre, es más bien una historia para ser contada, una anécdota curiosa, un cuento de Andersen... Llámenlo como quieran, la cuestión es contarla.

Era un domingo, 17 de agosto, yo y el equipo de "Pekín 2008" estábamos inmersos en la retransmisión de los juegos olímpicos de ese verano. Y en uno de los intermedios, mientras tenía puesto Livescore, la página se actualiza y veo un dato curioso: Grenoble 1-0 Rennes. Interesante, cómo un equipo recién ascendido puede ir ganando a un consagrado equipo UEFA en Francia. Así que lo dije en antena, no sin antes mirar y fijarme en el goleador, Nassim Akrour. La reacción inmediata del presentador, un buen amigo, fue la siguiente: "A quién le interesa eso teniendo a España jugando un partido de baloncesto". Era verdad, la selección española estaba jugando un partido de basket en su camino hacia la plata, así que por aquel momento me ahorré el comentario reivindicativo, y seguimos metidos en el partido de la ÑBA.

Pero al día siguiente preparé el terreno, había un dato que me había sorprendido hasta a mi la noche anterior. Esperé, había competición de natación. Y después lo solté. Le dije si se acordaba de lo que dijo ayer, él respondió que sí. Y entonces le dije quién iba líder en Francia en aquel momento: ¡¡El Grenoble!! Así gritando de alegría. Entonces logré el efecto deseado, algo que seguramente no hubiera conseguido con mis típicos comentarios reivindicativos del fútbol pequeño, él se retractó de lo dicho y me pidió que si el Grenoble volvía a marcar, fuera contra quien fuera, lo comunicase al instante.

No fue así, la semana siguiente el Grenoble bajaba a la tierra y perdía contra el, por aquel momento, potente Lyon, con goles de Makoun y Benzema, y no pude volver a decir que el Grenoble marcaba y se colocaba primero. Pero a partir de aquel momento, cada vez que repasaba la clasificación en Francia miraba hacia el equipo de la rue Henri Barbusse y calculaba cuánto le quedaba para salvarse. Hasta que, a falta de poco para el final pude alegrarme de la permanencia del equipo blanquiazul que, pese a ser el equipo que menos goles garantiza por partido, tan bien me había caído desde ese momento.

4 comentarios:

Ramón Gómez dijo...

Bonita historia jajajja

SALUDOS CRACK

Carlos Pérez dijo...

Sensacional.

Esas son las pequeñas cosas que hacen grande al fútbol y sobre todo hacen que el aficionado se sienta identificado con este deporte. ¡Bravo!

Y por cierto, me gustó mucho, jeje, bastante curioso, que pena que no pude estar en Pekin 2008.

Un saludo Javi!

Sergio Santomé dijo...

Bonita anécdota.
La verdad es que cuando el Grenoble ascendió no lo conocía de nada y recuerdo que en ese comienzo de temporada vi al tal Akrour marcar un auténtico golazo desde fuera del área (quizás sea ese que tu mencionas) y desde entonces no se me olvidó ni Akrour ni el Grenoble.


PD: Menos mal que se salvó el St.Etienne.

Un abrazo!

Pol Gustems dijo...

Qué grande! Me acuerdo del momento jeje